martes, 20 de febrero de 2018

CON TODO TE AMARÉ




El amor de Dios 
Es más que sentimientos, es entrega, dedicación, perdón. Ningún ser humano con una naturaleza caída puede amar a Dios con todo su corazón, alma y mente las 24 horas del día. Humanamente es imposible, sin purificarnos del pecado por medio de Jesús, y por medio de la presencia del Espíritu Santo que vive en los corazones de los redimidos, es imposible amar a Dios en cualquier nivel, lo que necesitamos es su poder para hacer lo imposible. Podemos iniciar buscando y apropiándonos de ese poder en su presencia y amor. 

  • Amar a Dios con todo nuestro corazón es amarlo queriendo agradarle, es estar motivados y gozosos de hacer su voluntad, es correr a diario a encontrarnos con él, en el lugar secreto. 
  • Amar a Dios con toda el alma, es querer compartir nuestra vida y nuestra esencia con él y para él. 
  • Amar a Dios con la mente, es ser conscientes de cumplir sus mandamientos día a día, es tenerlo a él presente y aunque tengamos cosas que hacer, sabemos que está en primer lugar, esto implica ceder nosotros para que él se fortalezca en nuestras vidas y nuestro proceder. 

A través del testimonio de la fidelidad de Dios en tiempos de luchas y pruebas, es cuando crece cada día más, un profundo amor por Dios. Con el tiempo, somos testigos de su compasión, misericordia, gracia y amor por nosotros, así como su odio por el pecado, su santidad y su justicia. No podemos amar a alguien que no conocemos, por lo tanto, conocer a Dios debe ser nuestra primera prioridad. 

¿Quieres amarlo como él lo pide? 
Señor, quiero agradarte haciendo tu hermosa voluntad, ayúdame a amarte como lo mereces, con todo corazón, alma y mente. En el nombre de Jesucristo, amén.

Deléitate con el video musical "Grande eres Dios" (Jaci Velásquez):




Síguenos en Facebook, dale click:

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

¿YUGOS IGUALES O DESIGUALES?

Una vez leí, “el corazón de una mujer debe estar tan oculto en DIOS, que un hombre debe buscarlo a Él primero, para encontrarla a el...